Hacía ya tiempo que mi piel se enfundó en una armadura. Hacía tiempo que mi mente se vió rodeada de murallas.
Durante incontables días me estuve preparando para esta guerra. Y ahora que la guerra ha comenzado, me digo entre regañadientes que es más difícil ganar de lo que yo pensaba.
La razón y el corazón, ningún bando está dispuesto a rendirse. No se verá ninguna bandera blanca ondeando, no esta vez.
Esta lucha no ha hecho más que empezar...
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